Disfrutar de una sexualidad consciente, es una revolución en sí misma, desafiando los estigmas y liberando el poder de la autenticidad y el placer , conectando con tu esencia y tu poder es la mayor revolución que existe
La sexualidad femenina es un aspecto fundamental en nuestra vida, mujeres. Y aunque sé que lo sabéis, quiero decir en voz alta que abarca mucho más terreno que la mera satisfacción física. Desde una perspectiva holística e integral, la sexualidad abarca también aspectos emocionales, mentales y espirituales. Y es que nuestra sexualidad femenina se relaciona directamente con la energía creativa. Esta relación es un tema que ha sido explorado a lo largo de la historia y se ha reconocido en muchas culturas la poderosa conexión entre la sexualidad de la mujer y la capacidad en nosotras de utilizar esta energía para crear y manifestarla posteriormente en muchas áreas de su vida (laboral, maternidad, personal).
La exploración de la conexión de cada mujer con su sexo y su sexualidad puede ser profundamente reveladora, ya que desde aquí se permite abrazar su poder creativo y conectarse con nuestra verdadera esencia.
Desde este paradigma, se reconoce la sexualidad femenina como una parte intrínseca de la experiencia humana y está estrechamente ligada a la totalidad del ser. Al explorar y nutrir la sexualidad femenina, las mujeres cultivan una mayor conexión con su cuerpo, mente y espíritu, desembocando esto en una mayor presencia de armonía y equilibrio en nuestras vidas.
Esto implicaría aceptar y honrar todas las dimensiones de nuestro ser. A partir de aquí iremos integrando nuestra energía sexual (creativa) en todas las áreas de nuestra vida experimentando una mayor autenticidad, empoderamiento y plenitud en nuestro caminar.
A continuación, expondré algunos ejercicios prácticos, en el camino de comenzar a cultivar una mayor conexión con nuestra sexualidad femenina:
1. Autoexploración física: Tómate un tiempo a solas para explorar tu cuerpo de manera consciente. Utiliza tus manos y un espejo para observar y explora tus zonas erógenas desde la curiosidad, como una niña pequeña. Observa la textura y el color de tus genitales. El objetivo es solamente observar cómo es tu cuerpo.
2. Masturbación consciente: La masturbación es una forma poderosa de conectarte contigo misma. Masturbarte de manera consciente significa estar en presencia total con las sensaciones de tu cuerpo, y observar también si viene alguna emoción… Prepara un ambiente que te guste, con música, velas, incienso, una luz tenue… y no te olvides de respirar profundo. Prueba con diferentes ritmos, presiones y movimientos para descubrir qué sensaciones estás sintiendo, qué es lo que te activa sexualmente… Posteriormente puedes escribirlo. Es importante saber que te gusta y qué no te gusta.
3. Práctica de la respiración consciente: Esta respiración puede ayudarte a conectarte con tu cuerpo y aumentar la sensibilidad sexual. Tómate unos minutos al día para respirar y relajarte. Es un momento para ti, disfrútalo. Inhala profundamente por la nariz y exhala el aire por la boca, haciendo series de 10 respiraciones. Activa la zona del perineo y encoje la zona vaginal durante 4 segundos aproximadamente. Posteriormente relaja todo y respira. Observa cómo estaba tu cuerpo antes de comenzar la respiración y después. Observa si sientes algún tipo de sensación en la vagina, como hormigueo o un ligero placer. Observa todas las sensaciones que te ofrece tu maravilloso cuerpo.
4. Escritura y reflexión: Dedica un tiempo a reflexionar sobre tu sexualidad. Apóyate en un pequeño diario dónde proyectes tus ideas, sensaciones, fantasías, avances… confía. Puedes reflexionar y explorar sobre tus deseos, fantasías y experiencias en el pasado. Escribe sobre lo que te gusta ahora y lo que te gustaría probar. Te conocerás mejor y te sorprenderás de ti misma.
5. Visualización: A través de la imaginación podemos conectar con nuestra sexualidad. Cierra los ojos y visualiza escenarios eróticos o situaciones que te exciten, con personas reales o imaginarias. Conecta con cómo te sentirías y qué sensaciones experimentarías en esos momentos. Esta práctica puede ayudarte a despertar tu deseo y a conectar con tu energía sexual. No tienes que masturbarte. Únicamente queremos conectar con el deseo.
Estos son unas pinceladas para ir conectando con nosotras mismas y con nuestra sexualidad de una manera en la que priorizamos mimarnos y avivar nuestro gozo. A partir de aquí, si quisieras continuar conociéndote y conectándote con tu sexualidad, es mediante un proceso de acompañamiento personalizado dónde podremos explorar juntas tu historia, con el objetivo de desarrollar las herramientas necesarias para una reconexión profunda que mejore tu ser sexual y tu vida al completo.